domingo, 7 de julio de 2013

El Botón

     Ahí va otro de mis cuentos.

-----------------------------------------------------------------------------------------------

EL BOTÓN

        - ¡Joyce! - Oí llamar a mi madre - ¡Ven ahora mismo a ordenar tu cuarto!

        - Pero, mamá - repliqué -, ¿no ves que estoy jugando con unos amigos?

        - Me da igual, tú subes ahora y cuando acabes ya saldrás.

     Resignada subí a mi cuarto. Yo no lo veía tan desordenado como ella decía. Si necesitaba algo, yo sabía perfectamente donde estaba. Para mí ese "desorden" era un "orden" muy bueno. Pero más me valía hacerle caso a mi madre si no quería quedarme sin campamento en las vacaciones de verano. Empecé a separar: ropa a la derecha, libros a la izquierda, cosas de clase a la estantería ...

     Busqué también detrás de los muebles por si había algo de dinero, que nunca viene mal, pero lo que encontré me sorprendió. 
    
     Noté algo con una forma rara. Tenía unos cuantos picos. Doce pude contar. Tiré de ello. No salía, estaba incrustado en la pared. Usé toda la fuerza que tenía disponible en ese momento para apartar el mueble. No pesaba mucho y al final pude hacerlo sin rayar el suelo.

      Inspeccioné la incrustación. Era de color plateado y tenía aspecto de estrella. Una estrella curiosa, claro está. ¿Por qué estaba incrustada en la pared? ¿Por qué no la había visto antes? Y lo más importante, ¿qué uso tendría?

      Empecé a darle vueltas. Lo tiré contra la pared, lo que no tuvo ningún efecto. Intenté romper una puerta con ella. Nada tampoco. Estaba sin ideas ya cuando se me ocurrió lo que parecía más absurdo. "¿Qué pasará si lo pulso?", pensé. Acto seguido apreté ligeramente el pequeño objeto.

     Desde ese instante, todo sucedió muy rápido. Mi habitación se convirtió en una extraña bola de luz que escondía una espiral en su interior. Inconscientemente acerqué la mano y la bola de luz me absorbió.

     Abrí los ojos. Desierto por todos los lados. Extrañada, comencé a caminar por ese basto lugar. ¡Era inmenso! Cuando pude divisar un edificio al fondo, este desapareció. "Un espejismo", me dije a mí misma. Fueron pasando las horas y con ellas, mi paciencia se iba agotando también.

     Decidida, me encaminé a donde había visto el edificio para ver si allí podía encontrar la estrella y volver a casa. Corría sin cansarme, pero finalmente el flato apareció junto con el cansancio y al calor.

     A lo lejos pude ver un oasis. ¡Allí habría gente a la que preguntar! Esta vez no pude correr, pero llegué en lo que parecían diez minutos. Allí se encontraban varios hombres vestidos de negro. Tranquilamente es hablé con mi mejor Inglés.

     No me respondieron. Me acerqué un poco más y probé otra vez. Nada. Empecé a gesticular como una loca. ¡No me veían! ¡Era completamente inexistente para ellos! Grité y chapoteé en el agua y, cuando salí, estaba seca. Curiosamente no me había mojado nada.

     Asustada por lo ocurrido me quedé paralizada y, finalmente, me dormí en la ardiente arena del desierto. Un desagradable sonido me despertó. Me resultaba familiar. Tan familiar que era mi madre, que me estaba gritando como una loca por quedarme dormida mientras ordenaba la habitación. Miré mi mano. En ella tenía un bonito dibujo de una estrella de doce puntas, el cual no intenté quitarme para poder recordar todos los días de mi vida esta experiencia tan especial.

-----------------------------------------------------------------------------------------------

   Espero que lo hayáis disfrutado. Si es así, informadme de vuestra opinió en Twitter (@LectorLeido) o dejando un comentario.

                                                                                                                 Luis.

No hay comentarios:

Publicar un comentario